Actualmente existen en el mundo miles de ONGs benéficas que destinan donaciones a regiones hundidas en la miseria. Y si a eso se suman los aportes de la ONU, el volumen de recursos solidarios constituye todo un botín. Por eso es importante la equidad, la distribución justa de ese tesoro. Y eso no está ocurriendo. Por caso: África es, por lejos, el continente más beneficiado en cuanto a recibir la donación de ataúdes infantiles. En comparación, América Latina y Asia reciben un 82 por ciento menos de féretros para niños. Y Europa es la gran perjudicada: en 2006 sólo obtuvo el 1,2 por ciento del volumen mundial de donaciones de ataúdes para chicos realizadas por Naciones Unidas y entidades no gubernamentales. ¿Por qué? ¿No es hora de enmendar, al menos un poco, esa injusticia y equilibrar la balanza?
(Por Zulema Urquiza zulu@revistabarcelona.com.ar)
A ti Zulema; que me tomo la maldad de dedicar algo que no es mío, porque tus papis hicieron otra maldad al llamarte así.
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